Kandy y Nuwara Eliya

Madrugón, a las 5h 30min arriba, gran desayuno y al bus. Para justo en la puerta del Home Stay, y por 250 rupias cada uno (1,5e) nos montamos en la máquina del tiempo, la música a tope, parece una discoteca móvil y va a tope, suerte que no nos tocó de pié.
Despues de 3h, 95 km llegamos a Kandy, dejamos las maletas en la estación y contratamos un tuc-tuc para todo el día (3000 rupias, 18 euros), primero nos lleva a tomar café a una terracita frente al lago y después al Templo, donde se dice que hay un diente de buda, la verdad, no pudimos verlo, así que no sabemos si será verdad.
Hay una gran devoción, cientos de personas hacen cola para ofrecerle flores al buda,  la mezcla del olor de estas y el incienso, los colores, las sonrisas, los gestos amables, andar descalzo, los murmullos, ... todo esto lo hace precioso.

Templo en lo alto de Kandy

Y después de ver lo más interesante de la ciudad, nos vamos con nuestro tuc tuc dirección Nuwara Eliya. Tenemos unos 70 km, unas 3h. Curvas y más curvas por unos paisajes impresionantes, colinas de té, montañas, cascadas, ... no te cansas de verlo. Qué bonitoooooo

Un paseo entre las nubes.

Recolectoras de té que acabaron su tarea

Planta del té

Las que recogen el té son las mujeres.
Hasta hace unos 10 años corrían el peligro de ser atacadas por los leopardos, hoy en día está más controlado pero aún así corren el peligro de que les muerdan las serpientes. Cobran unos 60 euros al mes. Van descalzas o en chanclas y aquí no hace calor, estamos a unos 1800 metros, según dicen es la mejor zona para plantar el té.

Y después de este espectáculo para los sentidos llegamos a Nuwara, es una población extraña, no parece Sri Lanka, es un pueblecito en la montaña con carácter inglés. Por lo visto son los dueños de las haciendas de té y tienen allí sus "cottage". Por verlo es interesante pero... no tiene mucho, llueve y hace frío. Lo que merece la pena son las vistas del trayecto.

Camino a Nuwara, cascadas al fondo.